Cuando el miedo asume el control

Micro Análisis / Jesús Seguías

1. Los “líderes supremos de la revolución” invadidos por el mesianismo creen de verdad que su destino es la gloria eterna. 

2. Se resisten a creer que todo lo que tienen es provisional y que dentro de algunos años ya no serán lo que son. El escalofrío que les ocasiona ese duro despertar, especialmente cuando saben que han hecho mucho daño, es lo que los lleva a implantar un creciente régimen de terror.

3. En la medida en que comienzan a registrar más y más resistencia, más les invade el miedo a volver a ser el ciudadano normal de antes. Y sus miedos lo conducen a provocar el miedo en los demás. 

4. En un país controlado por el miedo (emoción natural en todos los seres humanos) la libertad se convierte en ironía. 

5. El miedo a no poder ver a nuestras familia, el miedo a la cárcel arbitraria, el miedo a ser delatados por nuestra propia familia o amigos, el miedo a perder el empleo, el miedo a morirnos de hambre (y lo peor, ver a nuestros hijos morirse de hambre), el miedo a quedar marcados como “conspiradores” y “traidores a la patria”, el miedo a perder la vida, todo ese miedo ha sido el signo característico del Socialismo Real, del totalitarismo, del sistema que controla todo... Inclusive hasta nuestro propio miedo.

6. Cuando el miedo es el signo de vida dominante, terminamos conviviendo con él con una docilidad miserable, perdemos nuestra identidad, nos transformamos en zombies errantes, sin esperanzas de nada, dejamos de crecer y comenzamos a envejecer prematuramente, hasta que dejamos todo en manos de los otros. Pasamos a ser lo más parecido a un elefante de circo, o nos convertimos en borrachos tristes, o en suicidas. 

7. Muchos “revolucionarios” se prestan ingenuamente a implantar este status de vida sin darse cuenta que ellos serán los próximos prisioneros de la Oligarquía del Poder. 

8. Esa ha sido siempre la dinámica del Socialismo Real. Por ejemplo, los capitalistas enemigos de la revolución cubana fueron liquidados en los primeros 4 años de la revolución. O se fueron de la isla tempranamente, o fueron encarcelados, o simplemente fueron fusilados. Las víctimas que vinieron después, todos fueron “héroes de la revolución”, o “hijos de la revolución”. Todos fueron en su tiempo cultivadores del miedo de los demás y terminaron encarcelados en su propio miedo, pero también en el olvido, o tras las rejas, o exiliados o muertos. 

9. Todo ello ocurre hasta que el miedo se transforma en la más profunda rabia, esa rabia que nace sola en el momento más inesperado... Pero la rabia por sí sola no derroca gobiernos socialistas totalitarios. Es la mala noticia para quienes hacen de la denuncia su única política. 

10. Los anteriores párrafos pertenecen al libro “Al Borde del Desenlace / El suicidio de una revolución”. Autor: Jesús Seguías. (www.amazon.com). Fue escrito tomando como referencia histórica la experiencia socialista de la URSS, China y Cuba esencialmente, a propósito del proyecto socialista venezolano.

11. Cuando los proyectos revolucionarios socialistas llegan a la fase del control social a través del miedo, ya todo está prácticamente perdido. Es la fase que consolida el “proceso revolucionario”. Las rebeliones sociales y/o militares son casi inviables. Sólo el coraje y la determinación de los mismos socialistas disidentes es la que podría generar el cambio. Es decir, el cambio pasa por ellos mismos más no contra ellos.

12. La otra posibilidad es una intervención militar extranjera. Hasta ahora no conocemos en la historia de los últimos 100 años el primer gobierno socialista derrocado por militares extranjeros. Hemos visto a gobiernos dictatoriales de diversos tipos caer por fuerzas externas pero jamás a una dictadura socialista.

13. Los cubanos ya se cansaron de esperar el milagro de la intervención militar internacional. Están desahuciados. Los influyentes políticos de origen cubano que existen en los Estados Unidos no han logrado conminar a la Casa Blanca a que derroque   por la vía militar a la dictadura comunista de la isla. 

14. Cada día es mayor el miedo en el pueblo venezolano. El miedo ha asumido el control en las barriadas populares, en las empresas públicas, en los empresarios privados, en los partidos políticos (incluyendo el PSUV), y en casi todos los sectores del país. 

15. El miedo a ser encarcelado de manera arbitraria, o a perder la vida, o a perder cuotas de poder, o a quedarse sin trabajo, sin los beneficios sociales, sin los aportes alimentarios de los CLAP, sin los pasaportes, sin las concesiones radioeléctricas, sin las divisas para producir, todo ello conforma un cuadro que mediatiza de manera efectiva cualquier signo de protesta o rebelión civil en cualquier país del mundo. 

16. En el frente militar pasa exactamente lo mismo que en el sector civil. El miedo ha tomado el control. Ya van más de 150 oficiales presos, incluyendo al emblemático Miguel Rodríguez Torres, actor fundamental del 4F. 

17. El gobierno socialista de Venezuela ha sabido comerse al elefante en rodajas (lección que no termina de aprender la oposición venezolana). Han sido estratégicamente acertados. Tardaron 20 años para lograrlo. Los cubanos lo hicieron en apenas 4 años (las condiciones eran distintas). El miedo de las mayorías es la última rodaja. Están a punto de lograrlo. 

18. Plantear “salidas” que estimulen el miedo es contraproducente, especialmente luego de tantas derrotas sufridas por acciones mal pensadas, y cuya mayor equivocación ha sido no haber contado los cañones antes de irse a la guerra. Esos errores ayudaron a desmantelar a la oposición venezolana. 

19. Cuanto quisieran los cubanos de hoy tener la mitad de las condiciones políticas que aun existen en Venezuela. 

20. Mientras el miedo comienza a tomar el control, más vale darse prisa y aprovechar los pocos escenarios, las pocas rendijas que se tienen a mano y no las que existen en las ilusiones. No valen arrepentimientos. El “todo o nada” y las salidas perfectas ya no existe en Venezuela. 

21. Por cierto, el miedo hace la diferencia entre los que están afuera y los que están adentro de Venezuela. 

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