Teoría de juegos en Venezuela

Microanálisis / Jesús Seguías.

1. La mayor fortaleza que tiene la fuerza de venezolana actualmente son las presiones y los esfuerzos que se cumplen en la comunidad internacional contra el gobierno de Maduro. Ese es su juego. Por tanto, resulta lógico que la misión de Maduro debe consistir en neutralizar la acción de la comunidad internacional. Y este es su juego.

2. Sin duda, será necesaria una intervención internacional para una salida negociada a la crisis venezolana. De hecho, ése es el objetivo final. Las relaciones diplomáticas de los Estados Unidos, el Grupo de Lima y la Comunidad Europea: forzar a Nicolás Maduro a un acuerdo para una transición hacia la democracia, el caso de que se resista, presionar a otros Factores de poder dentro del chavismo (incluidos los militares) para que tomen la iniciativa.

3. Washington aún no tiene razones de peso para enviar tropas a Venezuela pero sigue dejando un costado del tablero.

4. Pero si algo ya está definido como los países clave para facilitar una tabla de redacción directa con resultados tangibles no son España y algunos otros países con un poder económico y militar. Por eso fracasó el diálogo en República Dominicana. Los Estados Unidos, Brasil (la de Bolsonaro), China y Rusia.

5. Estos países son los garantes perfectos para que nadie se entere y no se recupere la confianza en lo que -con todo seguridad- es la salida perfecta a la crisis venezolana: las relaciones basadas en los acuerdos ganadores, en el arrepentimiento, La justicia Transicional y el perdón.

6. Cuando esto ocurra, es cuando podríamos decir que la mediación internacional para una salida negociada será efectiva. Lo demás es la pérdida de tiempo.

7. Si el objetivo del gobierno español (y pronto México y López Obrador) es útil para un acuerdo negociado, creo que su rol es diferente al gobierno de Sánchez hace unos días. Al parecer ya lo entendió y dio un plazo de Maduro hasta el 10 de enero para llegar a un arreglo negociado. Al parecer esta fecha se está convirtiendo en emblemática.

8. Nicolás Maduro se integró en el juego que ayudó a sobrevivir: hacer algunas concesiones. Obvio. Hace un buen movimiento.

9. Pero hay un eslabón perdido en el tablero de juego: una oposición coherente y auto empoderada. Mientras no existan interlocutores de la oposición venezolana con el poder de decisión y convocatoria, será difícil para la comunidad internacional hilvanar estrategias exitosas. USA ya lo ha dicho. Están esperando que los venezolanos se pongan de acuerdo y actúen en consecuencia. Son los venezolanos quienes deciden. Pero los egos no ayudan, y siguen siendo un obstáculo real para construir esperanza.

10. Si no es posible la unidad total de opositores, por lo menos que exista en el bloque de la calle sumando voluntades, enlazando a chavistas inconformes ya opositores, creciendo exponencialmente, aprovechando todas las rendiciones que dejan el gobierno y garantizando que tiene la capacidad de gobernanza en caso de surgir un cambio.

11. Mientras tanto no ocurre, Maduro tiene un margen de juego, y la comunidad internacional. Si los venezolanos, especialmente sus políticos, no se escuchan, no hay mucho que hacer por ahora.

12. Treinta millones de venezolanos están mirando fijamente y con rostro severo a la cara de sus políticos. Están al borde de un nuevo invento ...

JESUS SEGUIAS