El expediente de la guerra va a marcha forzada

Micro Análisis / Jesús Seguías

1. Llevamos tiempo diciendo que es muy difícil para los Estados Unidos enviar sus soldados a exponer sus vidas en cualquier lugar del planeta.

2. Para que ello ocurra, los altos mandos deben cumplir con un protocolo muy bien definido y delimitado. Y el numeral mas nítido de este protocolo dice que sólo una amenaza real a la seguridad nacional de los Estados Unidos puede justificar el envío de soldados a otros territorios.

3. Pero también hemos señalado en anteriores análisis que Estados Unidos tiene al frente de la Casa Blanca a un republicano que se caracteriza por romper las reglas. Y Donald Trump asumió como punto de honor en su gestión de gobierno la salida de Nicolás Maduro del poder.

4. Ya es obvio, por tanto, que el gobierno de Donald Trump decidió construir a marcha forzada el expediente que justifique la intervención militar, partiendo de la premisa que “Nicolás Maduro dirige un régimen tiránico, narcotraficante y terrorista que pone en riesgo la seguridad nacional de los Estados Unidos”. Llevan días en eso. El general chavista Hugo “Pollo” Carvajal (ahora en manos de USA) ayudará mucho en esta faena.

5. La meta inmediata entonces es seguir nutriendo el expediente que legitime ante el Congreso de los Estados Unidos, el pueblo estadounidense y la comunidad internacional una intervención militar en Venezuela.

6. Todas las acciones emprendidas en los últimos días por el alto gobierno estadounidense evidencian de manera muy clara esta estrategia. Venezuela fue convertida repentinamente, y por ahora, en el foco de la política internacional de la Casa Blanca, desplazando a Corea, Siria, e Irán.

7. Ante el aparente fracaso de las sanciones diplomáticas y económicas como mecanismos de presión para conminar a Maduro a renunciar, o a estimular un golpe militar interno, o a facilitar una transición negociada, el gobierno de Trump decidió jugarse la última carta: La Guerra.

8. La carta de la guerra ya la lanzaron sobre la mesa. El almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur, dio un plazo máximo de 9 meses para que Maduro se retire de Miraflores.

9. Mientras tanto, Washington seguirá presionando diplomática y económicamente para un desenlace no violento. De esta manera están dando un voto de confianza a la salida pacífica (la ruta preferida por sus aliados del Grupo de Lima y Europa). Están agotando todas las opciones antes de ir a la guerra. Es la manera de blindar el cuerpo de aliados.

10. La gota que desbordó la paciencia de la Casa Blanca fue la decisión rusa y china de enviar apoyo militar limitado a Venezuela. Que lleguen cuerpos armados de enemigos históricos de los Estados Unidos al vecindario (“patio trasero” en el lenguaje Monroe) de USA es calificado como una provocación inaceptable.

11. El presidente Trump sabe que provocar cambios en Venezuela, Cuba y Nicaragua, y tener un “vecindario” liberado de gobiernos comunistas será pieza clave de su narrativa política y electoral para su reelección el próximo año. Y decidió ir adelante hasta las últimas consecuencias.

12. Si ocurriese una intervención militar extranjera en Venezuela (no necesariamente con tropas), gracias a la estupidez política de Miraflores, Venezuela vivirá la etapa más dolorosa de su historia, pues la solución armada hará más penosa la solución a la crisis.

13. En todo proceso de negociación siempre hay puntos de inflexión. En el caso venezolano, el único punto que no estará en la mesa de negociación es la permanencia de Maduro en el poder. Todo lo demás es posible, inclusive un gobierno de transición de unidad nacional (con chavistas incluidos) pero sin Nicolás Maduro.

14. Sin duda, en toda confrontación surgen opciones disuasivas para evitar la sangre y la destrucción. Es posible que USA esté haciendo el papel del “malo” para presionar más a Maduro. Pero ponernos una pistola en la cabeza y disparar el gatillo con el propósito de validar si el arma está cargada o no es el mayor acto de estupidez humana.

15. Y esto es lo que Maduro debiera entender de una buena vez: Gobernar a un país bajo aislamiento casi total y teniendo en contra de manera radical a casi toda América y Europa; gobernar a un país arruinado, en caos y sin acceso a nuevos recursos financieros; gobernar a un país sin funcionarios competentes y decentes, es sencillamente gobernar la nada.

16. La Venezuela de hoy no es la Cuba de la Guerra Fría.

17. El terco empeño de Nicolás Maduro de aferrarse a la presidencia de la república en medio de este escenario caótico (que es irreversible mientras él siga al frente de Miraflores) ya es una necedad sadomasoquista y una horrenda conducta política personal que afecta no solo al país como un todo sino a sus propios aliados y militantes.

18. Esto va más allá de la popularidad y del rechazo que pueda tener Maduro en la población, o de la legitimidad de su cargo. Sencillamente es un dilema ético ante la destrucción de un país entero y el sufrimiento en extremo de millones de seres humanos.

19. Lo reiteramos. Nicolás Maduro esta cometiendo dos errores capitales como político: el primero es no entender que este juego “revolucionario” ya feneció, que no tiene futuro, que está provocando severos daños a la nación, que llegó la hora de parar y facilitar una salida ganar-ganar. Y el segundo es no tomar en serio a Donald Trump.

@JesusSeguias

www.GerenciaPolitica.com

13 de Abril 2019

JESUS SEGUIAS